Bueno, como algunos recordarán mi empresa se iba al garete pero mi jefe hacía una empresa nueva y me contrataban y todos los días me iban a dar pastel de manzana para desayunar. Pues bien, el dinero que hacía falta para financiar tanto pastel de manzana no ha llegado a tiempo, y puede que nunca llegue, así que se acabó todo. Esto ocurrió hace un par de semanas pero no lo he comentado en el blog para no parecer algo desesperado frente a posibles empleadores, que ya me sé que se miran el blog.
El caso es que uno de nuestros clientes no podía vivir sin nosotros. Los demás son los que no nos pagan, así que les pueden dar por el tracas lo que haga falta. Con este cliente hemos alcanzado un acuerdo para seguir trabajando con ellos. En definitiva es poco curro bien pagado, lo cual me deja bastante tiempo libre para dedicarme a otras cosas, como lo que voy a contar en el siguiente post.
Poseso, que parece que al final de tanta crisis y mierda vuelvo a estar currando en casa, pero esta vez con un cliente fijo que paga mucho y pide poco (poco tiempo al menos), así que parece que tanto tiempo aguantando en conexia ha valido la pena:)
El sábado pasado salí un ratillo, porque el domingo tenía curso por la mañana, pero me apetecía salir. Botellón y a las 3 durmiendo. Las 3 se convirtieron en las 7 y además el gato no me dejó aprovechar los 20 min que tenía de sueño, así que na, al curso de empalmada. Se está convirtiendo en costumbre esto.
Y nada, el domingo después del curso (que es hasta las 14) estuve escalando con gente del curso, un par de chavalas y un mozo. Las chicas habían hecho una o ninguna vías largas, y el pavo tampoco andaba muy suelto. Yo les prometí que si veía que se nos iba a hacer de noche nos bajábamos, que no había problemas. Ejem. Arriba llegamos de día, eso es innegable, pero según empezábamos a bajar nos cayó la noche encima. Además éramos cuatro rapelando por la misma vía, y 4 personas rapelando hacen las maniobras eternas. En esta vía ya me pasó algo parecido con el parásito blogero. La gente se fía de mí y claro, luego pasa lo que pasa. Tranquilos chicos que ya llegamos, no vale la pena que nos bajemos quedando tan poco. Ahora, es tanta la satisfacción que uno siente al terminar una vía, sobretodo siendo de las primeras...yo creo que les valió la pena. Quieren escalar conmigo el próximo finde, así que supongo que están de acuerdo con mi apreciación:)
El domingo sobre las 22 me planté en el café simpático, un café que lleva una china la mar de simpática (parece mentira que sea china, es super salada la pava), para celebrar el cumpleaños de rogellón, y de paso meterme entre pecho y espalda un plato combi que entre unas cosas y otras llevaba todo el finde alimentándome poco y mal.
Llegué a casa a las 0:15 y metí el material que necesitaba el lunes en la mochila, y me dispuse a dormir un par de horillas antes de volver a levantarme y llegar al siguiente post.
martes, noviembre 13, 2007
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